En la Cuesta de las Comadres los Torricos no la llevaban bien con todo mundo. Seguido había desavenencias. Y si no es mucho decir, ellos eran allí los dueños de la tierra y de las casas que estaban encima de la tierra, con todo y que, cuando el reparto, la mayor parte de la Cuesta de las Comadres nos había tocado por igual a los sesenta que allí vivíamos, y a ellos, a los Torricos, nada más un pedazo de monte, con una mezcalera nada más. A pesar de eso, la la Comadres era de los Torricos. -- Juan Rulfo, "La Cuesta de las Comadres"
"Cuando pronucio la palabra Silencio, lo destruyo. W. S"
Las tres palabras más extrañas. Cuando pronuncio la palabra furuto, la primera sílaba pertenece ya al pasado. Cuando pronuncio la palabra Silencio, lo destruyo. Cuando prouncio la palabra nada, creo algo que no cabe en ninguna no-existencia. Wislawa Szymborska
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