Dormir con mi lobo estepario.
Entrelazar las piernas con mi lobo estepario. Casi nunca dormimos juntos, la única razón es que el nuestro reloj no coincide. Yo duermo de noche y él de día, al amor nos dedicamos cuando nuestros relojes se cruzan, coinciden muchas veces, sobretodo después de comer. Ver como los placeres coinciden y dales la espalda sería un error. Además la ternura, el momento pies fríos o pies rasposos también existe. Mi lobo estepario dice que soy su estufa, en México me decía “cobija con orejas”.Cuando llega el verano agradecemos que nuestros relojes no coincidan, no podríamos cohabitar en por esos sudores tan poco hedonistas, tan ajenos a nuestros deseos.
<< Home