viernes por la noche
Lo viernes por la noche tomó el autobús en Moncloa, La imagen de intercambiador es la misma cada noche de viernes, varias docenas de jovencitos, saturan las entradas, pintas varias, pero algunos con indumentaria nazi son, seguramente, aquellos que terminan a las tres de la mañana con el brazo en alto y sus cánticos raciales antes de cerrar el garito discotequero. Los mismos que salen a cazar sudacas y/o moros (latinoamericanos, marroquíes).
Acostumbro ir al baño antes de subir al autobús, los fines de semana está copado por las jóvenes prostitutas subsaharianas, maquillándose de colores demasiado vivos paa estos territorios, revisan la dotación de preservativos, lubricantes y hasta de almohadillas intravaginales.
Es la prostitución pobre, la otra, la de los ricos se cuece en exclufivos clubs de Madrid, sitos donde cenar cuesta entre trescientos y mil euros, botellas de cava que no venden ni el Corte Inglés.
La prostitución de ricos tiene cara amable, risueña, manos cuidas, culos respingones, nada de grasa y un maquillaje natural.

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