sábado, noviembre 29, 2003

Va de política.

Después del vergonzoso espectáculo en la Asamblea de Madrid, por parte de todos los partidos, una vez constituida la presidencia de Madrid, empieza la guerra fraticida del PP. Y las guerras más sangrientas son esas.

El panorama político de este país se vislumbran borrascas. El País Vasco, Cataluña, Madrid, el PSOE sin convencer, el PP cada día me recuerda más al PRI pero un tufo bastante más desagradable.

Según mi amigo Jaime, nos tenemos que revolcar en mierda para que alguien reaccione. No son suficientes ni la guerra ni el Prestige. Insisto, el PSOE no convence.
Leí en un artículo, que por cada nacionalista moderado que Aznar ningunea aparecen tres nacionalistas radicales. Quizá sea una exageración, ya me parecería grave la proporción uno a uno.