Ayer tenía remordimientos.

Tenía la sensación de que no debí escribir lo que escribí, me preguntaba si debía quitarlo. Al final decidí que no, finalmente, esto también es producto de un personaje.
El blog aunque sea un diario virtual tiene la virtud de ser modificado.
Los únicos diarios que escribo a raja tabla, son los de Saltimbanqui y Bisbirije, en ellos escribo las cosas que hacen, las palabras de lengua de trapo, sus preguntas sorpresivas. Los veo y me veo, porque también observo mis propios ojos de madre.