viernes, noviembre 19, 2004

El empleo

Sólo aspiro a un trabajo de medio tiempo, lo suficiente para ir tirando, lo otro lo resuelve el padre de los niños. Llevé mi currículo a un tienda de reformas para el hogar y de computación. Eran muchas horas, pero estaba a tres puertas de mi edificio.
Un trabajo que ni soñado, ni siquiera gastar en pasajes o comida fuera de la casa. Un trabajo monótono, esperando llamadas de posibles clientes, vender algunas cosas. Eso sí, prometía muchas horas de total ocio, algo como ser burócrata pero del sector privado. Me hacía ilusión tener tiempo para leer.
Ayer fui a una entrevista de trabajo para vigilante de seguridad nocturno. Ya sé que suena muy extraño, de hecho creen que he enloquecido. Pero los atractivos de este empleo son prácticamente los mismos que del puesto de dependienta.

La verdad, es que ni el nepotismo ni el amiguismo se me han dado bien, de hecho estoy convencida de que mis amigos o mi familia preocuparían conectarme a algún sitio.