martes, mayo 16, 2006

Colima

Nació en el norte del país, de ahí su nombre.
Después de que se le reventó un ovario estuvo cuatro días, de microbús en microbús, entre clínica y la casa, sola, porque su marido no creía que hubiera razones suficientes para llevarla en coche hasta la clínica. suponía que después de cuatro partos su umbral de dolor era alto.
Para saber su diagnóstico tuvo que dar con una mujer, ginecóloga que intuyó el problema, poco antes de que la hemorragia interna le encharcara los pulmones. Una operación que consistió en drenarle la sangre con las vísceras de fuera para después integrarlas a su caja toráxica. El médico dijo que su organismo tardaría un par de meses en reaprender a conducirse.

El marido estuvo gimoteando un par de días al pie de la cama, mientras ella sentía la herida y sensaciones nuevas, extrañas, dolorosas.
Y si, el halo de Merleau Ponty se deja sentir, dice que a veces le duele su ovario inexistente.

Es muy joven, tiene 28 años a mi me gusta que me cuente historias de allá, de su familia “normal” que incluye en primo asesinado por meterse a camello menor. Tiene a otro primo en las Islas María, condenado por ir de acompañante con un camello en el día que usaron a éste para distraer a la policía de un cargamento más grande.