Día con incidentes
Ayer fue un día excepcionalmente accidentado, cuando iba rumbo al tren, a las 7.30 de la mañana, aún con una oscuridad densa, el tipo que iba caminando delante de mí, se giro y me enseñó la cola/pene, me sentí terriblemente agredida y en ese momento con miedo, el tipo se guardo lo suyo y se fue como si nada.
Ya son ganas de ser exhibicionista, con dos grados de temperatura, era para que se le cayera congelado. (Supongo que tengo un perfil de víctima propiciatoria para los exhibicionistas, tengo al menos una docena de anécdotas. Dice mi amigo Maxi que debería ir a un programa de testimonios)
Perdí el tren, pero fue un mal menor, así que tomé el autobús. En Madrid el metro se estropeó en medio de algún túnel, unos diez minutos pero a los dos una mujer sacó el Rosario y se puso a rezar.
Finalmente, en el autobús que me deja a una calle de trabajo, algún ladrón (por los comentarios supongo que era del amplio espectro de sudaquilandia) le robó el monedero a una mujer mayor, las puertas de autobús se cerraron y casi linchan al carterista. Yo estaba al final e iba leyendo el periódico, así que solo me di cuenta por el alboroto. El evento alborotó la jaula de los grillos.
Pdta. Sobre el exhibicionimos.
En un ascensor de Ciudad Universitaria un chico muy jovencito también práctico su patología conmigo, al salir del ascensor fui a buscar a los policías, me dijeron que no podían hacer nada.
Después me he enterado que el exhibicionismo solo es delito cuando el observante es un menor de edad.
<< Home