sábado, julio 24, 2004

Por qué me aguijonea asi este dolor

Estos días son de una tensión terrible, estoy casi todo el día en la habitación de los niños, con mi ordenador sobre una maleta, un improvisado escritorio.

He empezado a trabajar a destajo, debo terminar los cursos de la universidad y trato de abstráeme lo más posible,  concentración interrumpida por Sr. Cuervo, me inquiere.
---¿por qué no te vas a una pensión? , ¿por qué vas a estar un mes aquí?

Yo me callo y trato de aguantar para no provocar más desesperación, lo conozco muy bien y sé que antes del diálogo hay pataleta.
Le explico que no me puedo ir así, simplemente porque hay niños a los que debo proteger, saber que todo paso que dé será para salvaguardar su seguridad jurídica.
Le digo que no me puedo ir  a México sin que un juez me otorgue la custodia de los niños, no me puedo ir sin registrar al pequeño en la embajada mexicana, dejé pasar el tiempo y solo tiene la nacionalidad española, Qué voy hacer,  tenerlo hasta los 18 años con la FM3 (creo que ese el permiso de residencia para extranjeros en México, no lo sé)
Le explico que todo será un poco más fácil para mí y para los niños  con esos dos documentos.

Mi madre me llamó por teléfono, está preocupada, dice que lo medite que siempre hay crisis, que piense en los niños....
Me lo dice pero sé que muere de ganas de que esté a su lado.
¡Vaya lío cambiar nuevamente de país!
Miro la habitación y me causa cierta amargura que él se tenga que enfrentar a estos recuerdos, a esta habitación vacía, a la paredes llenas de poster, de Harry Potter, Winie the pooh, bley blade, la estantería de libros y  películas infantiles, los dibujos infantiles pegados a la pared, al igual que las hojas con las primeas letras, y hasta un muñeco pintado con lápiz labial. 

 ¿Quién de los cuatro saldrá  indemne de este trance?