Lecturas para salir al parque
Mis niños van a la escuela en el turno de mañana, después los recojo, comemos y por las tardes nos vamos al parque.
Acostumbro llevar libros de lectura “ligera”, ayer elegí. “Suicidios ejemplares” de Enrique Vila Matas.
La escena se repite cada día. Saltimbanqui trepado en unos juegos mientras yo empujo con una mano el columpio donde está Bisbirije, con la otra mano sostengo el libro y leo.
Una frase que leí ayer.
“La calle empezó a robarme una hora de estudio en casa, una hora que yo recuperaba gracias al sencillo método de recortar el tiempo que tras la cena dedicaba a la lectura de grandes novelas, hasta que llegó un día en que el hechizo del Paseo de San Luis fue tan grande que me robó integro el tiempo de la lectura. En otras palabras, el Paseo sustituyó a las grandes novelas”. Pág. 10
Bueno, pues este párrafo me arruino el día, eso que yo consideraba una lectura ligera, sin duda una decisión tomada irreflexivamente. El cuento es estupendo.
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