domingo, enero 25, 2004

Los hijos

Desde hace tiempo conozco mujeres y hombres que dicen haber decidido no tener hijos.
Pero varios de ellos parece que se han convetido en la liga antimaternidad o antipaternidad, hay otros, más sensatos, que les da lo mismo la decisión de los otros, no emiten juicios de valor y se alegran de que sus amigos sean felices según sus propias opciones.
De los primeros he escuchado cosas como:
a) Te arruinan la vida.
b) Ya no puedes hacer lo que quieres.
c) ya no puedes salir de vacaciones, al cine, etc.
d) Interrumpen tu ascenso laboral, académico.

A mi sus argumentos me dan una fiaca tremenda, primero porque la decisión de ser o no padres es personal, a veces de pareja.
Lo viajes qué digo, las vacaciones que hacen son normalitas y comunes; se van a al playa y toman el sol para volver con su tono rojo radioactivo. Bastante alejado de excursiones de alto riesgo.
Y lo es ascenso profesional, pues no veo que hagan mucho, que produzcan en serie y lo suyo sea lo más plus, no los veo especialmente innovadores.
Y podría poner muchas otras cosas.
Pero desde mi pedestal he observado dos cosas, la primera, tanto cacareo en contra puede deberse a un deseo soterrado.
la segunda, y lo he visto más de un par de ocasiones. El reloj biológico, cuando empieza a sonar la alarma, algunas se retractan de su antimaternalismo y a) se somenten a técnicas de fertilización, b)ponen en riesgo su salud por tener embarazos de alto riesgo, c) quieren tener dos niños, uno detrás de otro, sin que su cuerpo se recupere.
A mi lo que realmente me enfada, es esa actitud inquisidora sobre aquellas que hemos decidido ser madres, como si por ello estuviéramos limitadas al pañal, a la cocina.
··.............
El otro día Antonio me dijo, no quiero tener hijos, mejor los adopto. Este muchacho, creerá que los niños adoptados vienen con un chip que implica para sus padres menos esfuerzo, menos cariño, o que sean niños desechables. Este güey es de esos que no quiere dejar su vida académica, no quiere quitar el ojo del microscopio con el que estudia su parcelita de saber.



Con los primeros veo