Es cierto, muchas nimiedades.

Si, escribo muchas nimiedades y otras no.
Este es un blog abierto pero hay invitados. Mis amigos de toda la vida se pasean por aquí. Ellos me ponen rostro y voz, conocen mis matices mis zonas oscuras y los claros.
No necesitan ni necesito crear un vínculo de verdades, de netas, de cosas ultra chidas. No, a falta de un diálogo cara a cara, les muestro esos pensamientos intimos de dudas y melancolías.
Les muestro mis dudas como madre.
Les muestro como empiezo desde cero en la universidad.
Les muestro como mi escritura sigue en rehabilitación.
Avanzo en las cosas que cuento para que en agosto y septiembre, entre cervezas y tequilas los impases sean breves.
Tengo ganas de verlos, de verlas.
Me hace falta mi familia, la sanguinea.
Me hace falta mi familia de amigos, mis amigos de drogas, de sexo, de desamor, de alegrías, de enamoramientos, de épocas conejiles. Esos amigos donde pasear desnuda era natural.