¿Vigilar y castigar?
La vigilancia en los medios de transporte se ha intensificado, hay policías revisando a todo hombre sospechoso, yo solo he visto revisar a latinoamericanos y “moros”, pero supongo que los negros y los españoles también.
Los altavoces del metro nos recomiendan tener cuidado con nuestras mochilas y bolsas. Creo que contribuye a la paranoia. ¿Está justificado? No, el miedo es el peor de los consejeros, creo que aquellos que tenían tendencias racistas o xenófobas se les intensificarán. Veo a jóvenes militares patrullar los andenes de los trenes y la estación de autobuses. Son tan jóvenes, me pregunto si ante una situación irregular podrán controlar sus emociones.
Hay quien dice que la atrocidad debería ser pagada con otra atrocidad. Ojo por ojo.
Un peligro tremendo el dejarnos llevar por el odio y los miedos.
Aquellos que asumimos el estado de derecho y la democracia como únicos espacios legislativos y de convivencia , debemos pensar que un delincuente debe resarcir el daño con las penas impuestas por la ley, pueden ser insuficientes para nuestro dolor, sí, pero cualquier otro ajuste de cuentas únicamente nos envilece.
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