jueves, junio 02, 2005

El asesino ciego. Margaret Atwood

Menuda invención son las madres. Espantapájaros, muñecos de cera para que les clavemos las agujas, simples gráficos. Les negamos una existencia propia, las adaptamos a nuestros antojos: a nuestra propia hambre, a nuestros propios deseos, a nuestras propias deficiencias, Como he sido madre, lo sé.