Guardina del reino de Morpheo.
Cómo exorcizar el miedo de los niños, los reales y los imaginarios. Hoy estoy cansada, apenas he dormido; las pesadillas de mis hijos me hicieron estar en vela, consolando a uno, consolando al otro.
Saltimbanqui soñaba con un “pulpo camaleón”, vio un documental y se quedó impresionado por ese pulpo que para sobrevivir pasa más tiempo tratando de parecerse a otros.
Bisbirije soñaba con monstruos conjurando travesuras en su contra.
En sus sueños terribles, siempre me llaman, (para combatir sus males nocturnos nunca llaman a otro guerrero, su padre) y casi siempre terminan entre mis brazos, alguna vez recorremos su habitación, miramos debajo de las camas, abrimos el armario y levantamos las sábanas, algunas veces mandan el miedo a porra pero otras prefieren una guardiana.
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