lunes, noviembre 01, 2004

Cada hombre es una raza.

Cada hombre es una raza. Couto, Mia.
"Cuentos de encuentros y desencuentros entre la cultura africana y el racionalismo occidental, entre las tradiciones mágicas y el modernismo escéptico, entre la fantasía y la leyenda."

Me llama la atención el título; hace un par de semanas escribí un ensayo (para mis trabajos universitrios) que titulé: Ninguna mujer es una isla, parafraseando a Carlo Ginzburg "Ninguna isla es una isla" que a su vez parafraseaba a Grombrich. "Ningún artista es una isla".
La idea era que si bien no me reconocía en los postulados de Donna Haraway o de Fatima Mernissi, tampoco debía desdeñar tajantemente las aportaciones del feminismo anglosajón, europeo o islámico.
Según yo, había ciertos rasgos de no necesariamente ilustrados que bien podían construir feminismos. Así pues, grosso modo. Todo esto para decir que aunque el libro es lindo, el título no deja de causarme cierto cosquilleo incómodo.