jueves, junio 02, 2005

¿Sucumbió a la jornada laboral?
No, mis cuarenta horas laborales no tienen que ver con mi ausencia. Los motivos son otros: incapacidad para gestionar mis tiempos, un poco en cansancio y otro poco a la angustia que tengo por entregar un trabajo para la universidad (en España), tengo hasta el 5 de septiembre pero tengo ya la adrenalina a tope.

Cosas del mundo paralelo (el laboral)

Pese a mis cuidados tengo los antebrazos llenos de pequeñas quemaduras, parezco suicida fracasado.

El fastidio por la panadería ha llegado por el lado más insospechado: el ecológico.

Pues sí, cada vez que alguien me pide una bolsa de plástico para cargar con su pan, las tripas se me revuelven, en estos meses solo una persona me ha dicho:

--No quiero bolsa, prefiero ocupar las necesarias.
El otro momento de garabatos en la barriga es cuando estoy poniendo los panes en unas bandejitas blancas, bonitas, antibiodegradables, cancerosas.


¿Por qué hay música de fondo?

Entre las tres o cuatro opciones que los supermercados tienen de música de fondo, se nota que contrataron a diferentes individuos para la selección musical que supuestamente hará más agradable nuestra estancia consumista. El lema es: música y climatización son inversamente proporcionales a la comodidad de los asientos en los Mcdonals.

1ª opción: Mana, Alex Ubago, Radio futura, ¿Burbury?, etc.
2ª opción: REM, Suzanne Vega, hasta Leonard Cohen.
3ª opción: Reggeatón ¿? ¡! ¡ Horror! Suficiente tengo con los microbuseros que lo llevan todo el tiempo. Esta es la peor selección.
4ª opción: música setentera. (Ni Zeppelín, ni Doors, Ni Betty Davis)