viernes, enero 27, 2006

Paco y Bolaño

Paco llegó a la casa hace dos meses, era amarillo y aún piaba. Ahora es blanco y con unas alas enormes, El papá le puso Paquito, decía que después crecería y sería Paco para terminar siendo pa’co-mer esto ni se les ocurre a los niños, más bien están pensando en comprar una correa para salir a pasear con él. (Igual de absurdo es sacar al perro)
Ante la perspectiva de que el pato se convierta en la comida cualquier día, mi querido Saltimbanqui me dijo que prefería dejarlo en la calle y se convirtiera en pato callejero. Ha visto demasiados perros callejeros en este pueblo y en esta ciudad.

Bolaño nació el 2 de noviembre, es un gato gris. Ya se imaginarán el porqué de su nombre. No hay nada que justificar después de Adorno. (¿o era otro de la escuela de Frankfurt?)
El pato, cagón como todos los patos. El gato, caradura como todos los gatos. Para ambos soy su mamá, a los otros miembros de la familia mejor ni verlos, en cuanto me ven, van detrás de mi todo el tiempo.
Bolaño es un descarado, algunas noches se mete a mi cama o me va a lamer la cara, el como fue cuando sentí como colocaba su cabeza debajo de mi mano con la intención de que lo acariciara.