jueves, diciembre 02, 2004

Tres charlas sobre el ejercicio de poder más viejo del mundo.

Según mi primo las feministas se dedican a “eso” por solteronas, amargadas, feas y con una aguda misantropía. ¿cómo? Dice que acá en México se cometen menos crímenes contra mujeres y que lo de Ciudad Juárez es para que las ONG’s saquen más dinero. Hace tiempo que no enunciaba mi “militancia” feminista. De dónde saca este hombre tantas barbaridades. De lo cotidiano.

Hace un par de meses Maricela, que es madre de dos chicos adolescentes, estudiante de pedagogía, nos contaba lo que significo que su hijo mayor, (16 años) le contará hace un par de meses que es homosexual.
Fue curioso, Miguel Angel, habló con sus ti@s y les dijo:

-Oye, tengo algo que decirte.
-¿Qué?
-Pues ... que... soy gay.
-¿Y...?
-No me dices nada,
-¿Qué te voy a decir? Ya lo sabía
-Desde cuando,
-Desde siempre.

Esto se repitió más o menos con los miembros de su familia. Miguel, siempre mostró que era “diferente”, todos en su casa lo sabían pero no supieron cómo hacerle saber que no tenía porque comunicar su preferencia sexual, simplemente porque no tenía importancia.
Para él, si la tenía, porque tener el “apoyo” de su familia hace más llevadero el rechazo social con el que ha topado un par de ocasiones. No todo fue mil sobre hojuelas, su padre va a un psicólogo para poder “aceptar” a su hijo.

Nos cuenta Mónica: Juan Carlos quiere que ya regrese a trabajar. Cuando estaba trabajando, su mami decía, misóginamente, que mi trabajo no era igual al de él. Si trabajaba porque trabajaba y ahora que no trabajo ya se dieron cuenta que yo aportaba el 50% del dinero además de que me chingaba en la casa, me salía peor, ¿no?. Ahora voy a regresar a trabajar en enero y a ver qué pasa aunque le digo a él que si 50% de lana pero 50% de chamba en la casa porque aunque me ayuda no es igual el trabajo que yo hago. Me dice: Ya ve viendo la guardería y le digo – no, ya vamos viendo la guardería porque la responsabilidad es de dos no.

De dónde vienen estas paradojas.
Es una familia de ocho hermanos, y los hombres, unos más que otros, son tremendamente machistas, curiosamente, mis primas no son precisamente mujercitas sumisas. Siempre me he llevado bastante bien con mis primos tan así es que ellos fueron los de la iniciativa de hacer una comida para verme. Ellos son quienes se hicieron cargo de mi madre cuando yo no estuve.