Después de la borrachera viene la resaca.
Cómo cambian las cosas con los años, hace quince años no tenía conciencia de la anorgasmia alcohólica. Entregada a descubrir mi cuerpo y a jugar con mi libertad descuidaba la “calidad” de mis placeres.
Hace un par de días tuve un encuentro cercano con un conocido, primero el deseo, intensificado por las copas, después la acedía. Quizá mis expectativas eran muchas ¿de quién? Tal vez confiaba demasiado en mi capacidad de abandonarme. Ay, la memoria de mi cuerpo me traicionó, su nula respuesta era el reclamo de otras manos de otros besos.
Hace un par de días tuve un encuentro cercano con un conocido, primero el deseo, intensificado por las copas, después la acedía. Quizá mis expectativas eran muchas ¿de quién? Tal vez confiaba demasiado en mi capacidad de abandonarme. Ay, la memoria de mi cuerpo me traicionó, su nula respuesta era el reclamo de otras manos de otros besos.
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