miércoles, julio 12, 2006

de aquellos polvos...

El día de la votación.
En mi distrito ganó el PRD, extraño porque en marzo hubo elecciones y ganó el PAN. La casilla especial se quedó sin boletas a las tres de la tarde pero llegó a las dos de la mañana a entregar.


Como conté el día de la elección fui presidenta, comí como a las siete de la tarde, voto el 70 por ciento de la gente de inscrita en la lista nominal, unas sesenta personas no pudieron hacerlo porque no estaban inscritas, algunas me dijeron que en internet si aparecían.

Como a las seis de la tarde mi secretaria y segundo escrutador estaban encabronadísimos porque el IFE nomás nos díó 200 pesos y no nos llevó de comer.
Como no se iban a enojar, a los otros partidos les llevaron almuerzo y comida. Su pin, su camiseta roja y según me contaron 600 pesos.
No se les había ocurrido, que el pin, la camiseta, la comida y los 600 pesos salían de los impuestos.

LA CAIDA FUE MÁS FUERTE.
Asi me sentí después de ir al mitin de cierre de campaña.
El SABADO SIGUIENTE
Me encontré a vecinos, que regularmetne son apáticos, en el zócalo, rumbo a... de vuelta de...
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Dos meses antes.

Las despensas

Estaba comprando la verdura en el mercado cuando la señora que me atiende me pregunto:

¿güera, ya fue por su despensa?
¿cuál despensa?
En el festival que se hizo les dieron una.
Y quién la da...
El encargado del mercado.

Ahí voy, toda chismosa, a ver qué onda.

Oiga, vengo a recoger mi despensa.
Necesito una identificación para probar que las estoy repartiendo. Señito, si puede... la credencial de elector.
Va
Me dieron: un litro de aceite, un kilo de arroz y otro de fríjol

Pero la cosa no termina ahí, me invitaron a integrarme al partido.

Me dijeron que los beneficios eran muchos, por ejemplo, condonarme la deuda del agua y ponerme gratis el medidor. Si quería construir, me daban el material.
También me podían dar material y que yo no quisiera construir, tampoco había problema, pues conocían y negociaban con el dueño de una tlapalería para comprar ese material.
Les aseguro que he vivido en auténticas colonias populares y nunca me había pasado.