Cinco hábitos.
- El hábito no hace al monje.
Odio no lavarme los dientes antes de dormir, así que cargo mi cepillo dental a todos lados.
Olvido dos veces –por lo menos- por semana quitarme los lentes de contacto, cuando me los quito me da miedo traerme de paso la pupila.
Todos los días tomo o como algo de chocolate.
Necesito leer con música de fondo.
Cuando era niña me ponía crema en la cara y encima hojas de papel higiénico (en las noches). Estaba traumatizada con mis mejillas, siempre resecas y cuarteadas por el efecto del sol.
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